
En la actualidad, muchas empresas viven atrapadas en un espejismo digital. Publican constantemente en redes sociales, celebran sus cifras de seguidores, invierten horas en diseñar contenidos… pero casi nadie los ve. La escena se repite: perfiles corporativos con decenas de miles de seguidores y publicaciones que apenas superan los 50 “me gusta” y 3 o 4 comentarios, muchas veces de empleados o cuentas automatizadas. ¿Qué está fallando?